Hace 300 años los ilustrados proponían abandonar el pensamiento mágico y supersticioso por un pensamiento racional basado en la lógica, y creían que la vía para conseguirlo sería el conocimiento. Por eso inventaron cosas como la enciclopedia. Si había educación, de manera necesaria se daría paso a la razón; nadie con cultura se dejaría llevar por la superstición y los instintos.
Por eso proponían sustituir al dios de los cristianos, por la diosa de la razón. La educación, la cultura, la ciencia, el pensamiento lógico…. Todo eso traería el progreso y la felicidad.
La idea tenía sentido.
Y hoy, que cualquiera tiene en su móvil a golpe de click acceso a todo el conocimiento del mundo, pues resulta que las ideas irracionales, las nuevas religiones y el pensamiento sectario está más en auge que nunca.
No sirve de nada discutir, no sirve de nada argumentar, no sirve de nada el intentar razonar, si no piensas como yo, eres del enemigo. Y punto.
Las redes sociales han servido para crear trincheras que aglutinen a los distintos bandos, la repetición una y otra vez del mismo argumento dentro del grupo solo sirve para convencer y radicalizar a los que ya están dentro.
Si intentas dialogar serás acusado de conspirador, de contrarrevolucionario, eres el enemigo…. Hay que señalarte con un insulto, a partir de ahí, las redes sociales se encargan de poner en marcha la máquina. A golpe de “compartir”, la gente cree estar contribuyendo en una causa justa, y a lo mejor solo están participando en un apedreamiento.
Muchos presumen de ser ateos, como si eso acarrease ser una persona racional, avanzada, del siglo XXI. Pero cuando rascas un poco, te das cuenta de que esa misma persona sigue teniendo comportamiento de creyente fiel, o mejor dicho, de creyente radical. Esa persona no adora al dios de los cristianos, pero adora de la misma manera a un político, a un partido, a un movimiento, a un equipo de fútbol…. Muestra absoluta fe en una causa, no necesita argumentos para creer en ella, lo hace de la misma manera que un fiel lo hace en su templo. Y cada vez es más común usar la violencia y denunciar a los que no están contigo.
No somos una sociedad menos religiosa que hace cuarenta años, para nada. Sencillamente hemos cambiado la religión cristiana por otras religiones modernas, que igualmente son respetables, pero absolutamente irracionales. Y es que la religión se caracteriza precisamente por primar la fe sobre la lógica. Un creyente no necesita argumentos para creer en Dios, lo siente y ya está, pues de esa misma manera muchos se abrazan a una causa o movimiento, sin darse cuenta, que al final están en una religión, con su credo, sus ritos, sus templos, su congregación….
Los ilustrados abogaban por el fin de la influencia de la Iglesia sobre el pensamiento, pero no se quedaron ahí, proponían sustituirla por ciencia, cultura, tecnología, filosofía… Por desgracia, nos hemos quedado con la primera parte, lo otro no lo hemos entendido; hemos eliminado la influencia de la religión católica, y hemos dejado un vacío enorme en su lugar; y es por eso que cada ciudadano deseoso de tener una causa, una guía, algo a lo que agarrarse, se crea una nueva religión a la que rendir culto y por la que regir su vida.
Muchos creen que el gran problema de la educación española, es que la religión siga siendo asignatura optativa. Y están convencidos de que si se elimina, nuestros alumnos empezaran a filosofar de manera automática. Pero eso no va a ser así.
Hemos picado. Nos han lanzado una zanahoria, y estamos peleándonos para agarrarla. Y mientras damos saltos y agarrones por ver quien se la queda, el sistema educativo se anquilosa cada vez más.
En conclusión, necesitamos un resurgir de la ilustración. Es el pensamiento racional que se adquiere a través de la educación, el que nos lleva al progreso y el bienestar. El pensamiento mágico no puede ayudarnos a mejorar, y es por eso que la influencia de las religiones, si tienden al fanatismo, hacen que el pueblo se estanque. Y hoy, con las nuevas religiones, está pasando.
En buena medida a las redes sociales: el inmenso bombardeo de información, y la brevedad de esta, hace que no pensemos, que no razonemos, y es que no nos da tiempo. Tan pronto como leemos una opinión política de 4 frases, nos aparecen otras 10 más, no hemos podido discernir si lo primero que hemos leído tiene algún sentido.
Luego si compartimos, porque pensamos que es una causa justa, damos altavoz a esa información, que es probable sea un credo. Una llamada a creer en algo porque sí. Cuando dentro de un círculo se comparte de manera repetida, ya está, ya se ha creado la secta, los que no están dentro serán condenados, son el diablo que nos tienta, y con el diablo no se dialoga, se le combate.
“Más educación….” Ufff, sí, es cierto, buena educación como antídoto, pero cuando escucho esta respuesta tal cual, me quedo igual, porque por dentro me pregunto “¿qué es más educación?”.
Volvamos a la respuesta de los ilustrados: la cultura, la educación, la tecnología… son la clave. El caso es que todo eso, hoy esta al alcance casi de cualquiera.
¿Terminamos con las redes sociales?No, por favor, que a mí me encantan. Aunque por otro lado, creo sencillamente que no se puede.
Entonces, ¿cuál es la solución? Se me ocurren varias, pero desde ya:
Introducir una asignatura en el Currículum llamada “Ciudadanía digital” que combinase nuevas tecnologías con valores éticos, y en la cual se les enseñase a los alumnos a usar las redes con responsabilidad.
Otra: Introducir la asignatura de filosofía a una temprana edad.
Una alternativa a lo anterior: que un alumno tuviera que tener un perfil en las redes para los trabajos que les mandemos los profesores, y en las que tendría que hacer tareas para todas las asignaturas. Así aprenderían a usar las redes y no caer en la sectorización de una idea.
Crear un sistema que formase super profesores, gente que fuera todo terreno, capaz de reinventarse, adaptarse, qué tuviera formación psicológica… ¿Cómo se crea un super profesor? (me guardo esta idea para un artículo).
Se que el tema es complejo y por eso me interesa tu opinión, para poder aprender. ¿Cómo podemos pensamiento crítico basado en la lógica como pedían los ilustrados? Déjame tu opinión en los comentarios